A raíz de mi última exposición ...es rosa!!!, que se inauguró en el Museo del Cantír el 4 de agosto y que permanecerá hasta el 18 de septiembre, y gracias a la producción del mismo, surgió la posibilidad de realizar un vídeo para o alrededor de la exposición.
Finalmente, y gracias a la sensibilidad de Esther Blázquez, directora del vídeo, no fue uno sino que fueron dos los vídeos que se realizaron.
El primero pretende recorrer el camino de mi anterior exposición Carne Cruda (mayo 2011,Torreon Fortea, Zaragoza) por el cual se llega a ...es rosa!!!. Dicho y hecho, en poco más de un minuto resume e integra las dos premisas de las que surge Carne Cruda, la carne como alimento y la carne como deseo (flesh and meat).
El segundo vídeo, que se funde con la exposición ...es rosa!!!, como he dicho, viene de un edificio que se utilizó de matadero de reses y que después fue prostíbulo. Todos esos trozos de carne y de amor pagado son los que impregnan este vídeo.
El proceso de una obra que se convierte en obra en sí misma. El trabajo de Alberto Andrés adquiere una nueva lectura a través de las imágenes de la directora Esther Blázquez, formando un todo indisoluble. Un latido que crece, que se hace, un corazón que se forma para terminar en un aparente “nada”, bajo un sudario transparente y leve. Un corazón, el corazón, hecho a trozos y a golpes.
Finalmente, y gracias a la sensibilidad de Esther Blázquez, directora del vídeo, no fue uno sino que fueron dos los vídeos que se realizaron.
El primero pretende recorrer el camino de mi anterior exposición Carne Cruda (mayo 2011,Torreon Fortea, Zaragoza) por el cual se llega a ...es rosa!!!. Dicho y hecho, en poco más de un minuto resume e integra las dos premisas de las que surge Carne Cruda, la carne como alimento y la carne como deseo (flesh and meat).
El segundo vídeo, que se funde con la exposición ...es rosa!!!, como he dicho, viene de un edificio que se utilizó de matadero de reses y que después fue prostíbulo. Todos esos trozos de carne y de amor pagado son los que impregnan este vídeo.
El proceso de una obra que se convierte en obra en sí misma. El trabajo de Alberto Andrés adquiere una nueva lectura a través de las imágenes de la directora Esther Blázquez, formando un todo indisoluble. Un latido que crece, que se hace, un corazón que se forma para terminar en un aparente “nada”, bajo un sudario transparente y leve. Un corazón, el corazón, hecho a trozos y a golpes.
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