jueves, 3 de junio de 2010

QUERIDO BLOG.

Querido blog, estos días son para mi días de descompresión. Debo pasar de 100 a 5 (por no decir 0) en dos días. Pasar de estar ocupado y requerido durante todo el día a poder olvidar el móvil en un cajón sin peligro de no dejar desatendida ninguna llamada. Este proceso de descompresión (tan necesario por otra parte) debería hacerse más paulatinamente, pero no es así.
De todos modos creo que he encontrado un método paliativo que pueden utilizar todos aquellos que en algún momento se hayen en una situación similar a la mía. Consiste en ponerse un pantalón azul sin marca de plancha y una camiseta amarilla. Algo tan anodino aparentemente, se convierte en algo así como un caramelo en la puerta de un colegio cuando te trasladas al mundo IKEA. En el reino del autoservicio todo el mundo esta buscando desesperadamente alguien que le atienda, de modo que cuando te ven de esa guisa, en un primer instante, todas las miradas se dirigen con una sonrisa cómplice hacia ti. Todo pasa inmediatamente, pero es un método sustitutivo eficaz sobretodo si tienes un IKEA cerca.
A raíz de esta "reflexión" y dado que tengo una boda en ciernes y no se que camisa ponerme, quería plantear a todos los contrayentes, que en lugar de indicar que tipo de traje/vestido es el más adecuado, seria más lúcido indicar el uniforme de los camareros, para que los invitados no se confundieran con estos (...o si!!!).

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