Del periodico Noticias de Álava extraemos el texto de la exposición que acaba de inaugurar el colectivo EKG (Euskal Keramikagile Garaikideak) en la galería Ikusiarte de Vitoria-Gasteiz(Álava, España).
Las manos también hablan. También tienen su lenguaje. Y su discurso. En la galería Ikusiarte, hasta nueve acentos dialogan desde ayer a través de sus texturas y formas, de sus mensajes y estéticas. El colectivo de ceramistas vascos reúne en el espacio de la calle Correría una muestra de su trabajo. Las manos hablan. Los ojos escuchan.
Inés Gonzalez de Zárate, Jabi Berasategi, Ione Urain, Koro Martínez, Loli Pinedo, Maite Salutregi, Ramon Berraondo, Reyes Guillén y Txaro Marañón. Del torno al horno, el noneto cultiva a través de esta técnica artística un trabajo que va más allá de lo meramente formal, que en sus códigos contemporáneos transmite sentimientos, sensaciones, pensamientos, ideas...
Gres y plástico son los materiales desde los que Txaro Marañón ha construido las suyas. En Ordubete aske , la ceramista ha jugado "con la idea de prisión y libertad", proponiendo una construcción de personajes "un poco maltratados" y sumergidos en "situaciones extremas". Pero la asfixiante situación también abre oportunidades.
Paperak y Eraikitzen , de Inés González de Zárate, son dos series que tienden a una voz más esencial. Una pieza de cada una de ellas compone la aportación de la artista a esta muestra colectiva, con la arcilla refractaria negra y la porcelana como materiales. "Me gusta el vacío, la linealidad", reconoce, aunque sus obras lo hacen también por ella, construyendo limpios volúmenes que atrapan al visitante, con una luz fría que les conviene.
Atrapados en sus piezas, los conceptos de Koro Martínez funden el lenguaje cerámico y el formato de la instalación. "Quería hacer una reflexión de la manera de vivir que tenemos", apunta ante sus tres jaulas. Natura , Harremanak y Ke berdea son parte de una serie en la que Koro trata de poner el dedo en la llaga en las contradicciones medioambientales, en los problemas para exteriorizar las emociones. Siempre trabaja con el mensaje. Siempre tiene algo qué decir.
"Dos surtidores de belleza que emanan energía", dos soles cromáticos, alimentan la aportación a la muestra de Loli Pinedo. La artista hace suya la frase de Jorge Oteiza Edertasuna dohaina, zaintza beharra , para titular su conjunto de gres refractario, repleto de vida. Y defensor de la vida. "Tenemos algo muy bello que necesita ser cuidado", asegura, apuntando a una naturaleza que refleja repleta de fuerza.
Ione Urain completa un segmento. En el escaparate y al fondo de la galería. Sus Zurrunbiloak "representan al ser humano", combinan vigor y una cierta ternura surralista desde sus cuerpos troncales y sus pensamientos de alambre. Al incidir sobre ellos, la luz proyecta sombras, las sombras de esas emociones que trata de transmitir con su bosque de personas.
La naturaleza, lo orgánico, siguen exigiendo protagonismo en el trayecto expositivo con Proiekzioak , el fragmento que pertenece a la firma de Maite Salutregi, que busca crear movimiento desde el suelo hasta la pared, trazando un camino de dualidades que equilibra los polos opuestos desde una apuesta estética que se enraiza en el símbolo de la piedra y en una apuesta cromática. "El blanco y negro siempre ha tenido mucha fuerza para poder decir algo claro".
El atractivo urbanismo de la Ciudad invisible de Reyes Guillén, las lozas coloreadas (Cantos rodados para una nueva cultura del control del agua ) de Ramón Berraondo y el singular juego de discos y cepillos de Javier Berasategi (El devenir de las cosas ) completan el noneto, que celebra con sus piezas el primer aniversario de la galería.
Para redundar en la celebración, Iñaki Urtaran, coordinador de la galería, anuncia dos sorteos de piezas cerámicas, ambas en el esaparate. El primero, entre los que hayan comprado obras en la galería desde su inauguración. El segundo, entre quienes se acerquen a esta nueva muestre y cumplimenten un formulario.
Las cerámicas de EKG (Euskal Keramikagile Garaikideak) descansan hasta final de mes en la galería de la calle Correría, que en La Blanca abrirá únicamente de 12.00 a 14.00 horas. Las piezas -que ya lo hicieron en la feria Cerco de Zaragoza- dialogan ya en su nuevo hogar, esperando que el espectador entre a unirse a la plática. Recién salidas del horno, proponen apetitosos temas desde sus texturas.
Las manos también hablan. También tienen su lenguaje. Y su discurso. En la galería Ikusiarte, hasta nueve acentos dialogan desde ayer a través de sus texturas y formas, de sus mensajes y estéticas. El colectivo de ceramistas vascos reúne en el espacio de la calle Correría una muestra de su trabajo. Las manos hablan. Los ojos escuchan.
Inés Gonzalez de Zárate, Jabi Berasategi, Ione Urain, Koro Martínez, Loli Pinedo, Maite Salutregi, Ramon Berraondo, Reyes Guillén y Txaro Marañón. Del torno al horno, el noneto cultiva a través de esta técnica artística un trabajo que va más allá de lo meramente formal, que en sus códigos contemporáneos transmite sentimientos, sensaciones, pensamientos, ideas...
Gres y plástico son los materiales desde los que Txaro Marañón ha construido las suyas. En Ordubete aske , la ceramista ha jugado "con la idea de prisión y libertad", proponiendo una construcción de personajes "un poco maltratados" y sumergidos en "situaciones extremas". Pero la asfixiante situación también abre oportunidades.
Paperak y Eraikitzen , de Inés González de Zárate, son dos series que tienden a una voz más esencial. Una pieza de cada una de ellas compone la aportación de la artista a esta muestra colectiva, con la arcilla refractaria negra y la porcelana como materiales. "Me gusta el vacío, la linealidad", reconoce, aunque sus obras lo hacen también por ella, construyendo limpios volúmenes que atrapan al visitante, con una luz fría que les conviene.
Atrapados en sus piezas, los conceptos de Koro Martínez funden el lenguaje cerámico y el formato de la instalación. "Quería hacer una reflexión de la manera de vivir que tenemos", apunta ante sus tres jaulas. Natura , Harremanak y Ke berdea son parte de una serie en la que Koro trata de poner el dedo en la llaga en las contradicciones medioambientales, en los problemas para exteriorizar las emociones. Siempre trabaja con el mensaje. Siempre tiene algo qué decir.
"Dos surtidores de belleza que emanan energía", dos soles cromáticos, alimentan la aportación a la muestra de Loli Pinedo. La artista hace suya la frase de Jorge Oteiza Edertasuna dohaina, zaintza beharra , para titular su conjunto de gres refractario, repleto de vida. Y defensor de la vida. "Tenemos algo muy bello que necesita ser cuidado", asegura, apuntando a una naturaleza que refleja repleta de fuerza.
Ione Urain completa un segmento. En el escaparate y al fondo de la galería. Sus Zurrunbiloak "representan al ser humano", combinan vigor y una cierta ternura surralista desde sus cuerpos troncales y sus pensamientos de alambre. Al incidir sobre ellos, la luz proyecta sombras, las sombras de esas emociones que trata de transmitir con su bosque de personas.
La naturaleza, lo orgánico, siguen exigiendo protagonismo en el trayecto expositivo con Proiekzioak , el fragmento que pertenece a la firma de Maite Salutregi, que busca crear movimiento desde el suelo hasta la pared, trazando un camino de dualidades que equilibra los polos opuestos desde una apuesta estética que se enraiza en el símbolo de la piedra y en una apuesta cromática. "El blanco y negro siempre ha tenido mucha fuerza para poder decir algo claro".
El atractivo urbanismo de la Ciudad invisible de Reyes Guillén, las lozas coloreadas (Cantos rodados para una nueva cultura del control del agua ) de Ramón Berraondo y el singular juego de discos y cepillos de Javier Berasategi (El devenir de las cosas ) completan el noneto, que celebra con sus piezas el primer aniversario de la galería.
Para redundar en la celebración, Iñaki Urtaran, coordinador de la galería, anuncia dos sorteos de piezas cerámicas, ambas en el esaparate. El primero, entre los que hayan comprado obras en la galería desde su inauguración. El segundo, entre quienes se acerquen a esta nueva muestre y cumplimenten un formulario.
Las cerámicas de EKG (Euskal Keramikagile Garaikideak) descansan hasta final de mes en la galería de la calle Correría, que en La Blanca abrirá únicamente de 12.00 a 14.00 horas. Las piezas -que ya lo hicieron en la feria Cerco de Zaragoza- dialogan ya en su nuevo hogar, esperando que el espectador entre a unirse a la plática. Recién salidas del horno, proponen apetitosos temas desde sus texturas.
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