La suerte de ser un hada madrina es que puede concederse todos los deseos, eso si, debe ser prudente y modesta, pues corre el riesgo de que la descubran y pierda sus cualidades mágicas, por lo que una de las principales virtudes debe ser la discreción.
De vez en cuando, un hada madrina tiene que acceder a los deseos de otros (para disimular más que nada), por eso es bueno tener una hada madrina como amiga, aunque no sepas cual de todas tus amigas lo es realmente. Además, es mucho mejor que la lampara de Aladino, ya que no tiene número máximo de deseos, y uno no se ve obligado a pedir cosas como que se acabe la guerra en el mundo o que todos seamos buenos y puedes pedirte algún capricho como un carruaje o unos zapatos de cristal (....que vaya inutilidad dicho sea de paso).
Aunque no lo parezca, un hada madrina debe hacerse la dura, para no ir dando golpes con su varita mágica a diestro y siniestro.
Es obvio; para ser hada madrina hay que tener un gran porcentaje del sexo femenino. Lo dicen los cuentos, que de hadas saben mucho.